2.2.12

el clasismo de la falsa sociedad

Una pregunta inició todo.

Si en el diálogo construimos la diversidad de opinión con miras a encontrar un punto de equilibrio, en este caso estamos más que perdidos.
Podremos no estar de acuerdo en un punto, y es ahi precisamente donde podemos generar esa diversidad, al contrastar, refutar, rebatir o aceptar visiones que estan fuera de nuestro espectro.

Atacar sin fundamentos, sin sustento sólido y sobretodo sin conocimiento, es un recurso que sólo los brutos aplican.
Debatir con fundamentos, sustentando con conocimiento de causa es el recurso del hombre moderno.

La característica de los intolerantes se hace evidente al primer sintoma de contraposición, si no estás de acuerdo conmigo estás en mi contra.
Hablar de clasismo es hablar de un síntoma tan común que raya en el cliché.
Las tan vanagloriadas clases sociales se han encargado de definir lo que es social -y política- mente correcto.

Si uso automóvil soy rico, si utilizo el transporte público soy pobre y si uso medios alternativos (bicicletas, motocicletas y asi) entonces sí que estoy loco.
Las calles son para los autos -dirán algunos-.
Las bicicletas son para nacos y drogadictos -dirán otros-.
Sin entrar en detalles -que no soy experto- la -poca- experiencia me ha enseñado que el modelo de ciudad americana, el santuario de los autos se ha vuelto -quizá desde hace mucho tiempo- obsoleto.

Cada vez somos más y cada vez nos movemos más.
Pasamos tanto tiempo en el auto que me pregunto si será que tenemos una fijación con ellos.
Se ha vuelto cotidiano quejarnos, tocar el claxón, mentar madres e infringir leyes de tránsito.
Nos quejamos de algo que nosotros provocamos.
Pero ese es precisamente el punto, somos tan obstinados que no entendemos que somos la causa de nuestros problemas.
Queremos más y mejores vialidades.
Queremos más puentes.
Queremos menos tránsito.
Queremos más lugares para estacionarnos -gratis-.

Pero no queremos pagar tenencia.
Pero no queremos pagar estacionamiento.

El uso del automóvil es un mal necesario, eso es más que evidente, la cuestión está en saber que tanto podemos pescindir de él y ahorrarnos tiempo, esfuerzo, dinero y estrés.

El mito de la tenencia y su falta de lógica no suena razonable cuando se ponen sobre la mesa los factores que dan origen a la misma.

Las bicis no pagan tenencia -dicen unos-
Las bicis no te trasladan del punto A al punto B en 10 minutos o menos -contestan otros-

La bici como abstracción es lo de menos. Se puede combinar con el uso del automóvil sin ningún problema, todo esta en la disposición del usuario.

Querer arrollar ciclistas como solución suena muy descabellado -preguntenle al tipo del DF que lo dijo-.

La solución es muy sencilla:
Si quieres tener auto, no olvides los gastos que vienen incluidos en el paquete.
Si quieres tener bicicleta, no olvides que el reglamento de transito tambien aplica para ti [*]

Y no olvidar el sentido de [co]responsabilidad.
Nadie es dueño de la calle.

El mito de rico=carro y naco=bicicleta es tanto absurdo como estupido.

[*] Aunque en el caso de SLP, el reglamento está tan escueto como las capacidades de gobernar de la Alcaldesa que no fue.

1 comentario:

Rodion dijo...

Que será peor, tomarse los comentarios como cosa personal o creer que las amenazas de muerte (o atropellamiento, pa'l caso) no llevan destinatario...

Me pregunto si después de atropellar, por pura impotencia, a una bandada de bicicletosos "esos" que juran que lo harían:
a. Se irían a entregar
b. Se esconderían
c. Irían recibir un premio

Me pregunto...