9.8.12

Be sure to wear some flowers in your hair


Sólo hay 3 ciudades americanas que quería recorrer.


Nueva York (Verano 2008)
Chicago (Invierno 2011)
San Francisco (Verano 2012)

Definitivamente San Francisco es mi favorita, -curioso si pienso que NYC parecia ser la ganadora-.
Museos, parques, sitios históricos, atractivos turísticos.
Esta ciudad tiene pocos ejemplos, pero que valen la pena.

A diferencia de Chicago o Nueva York, San Francisco ronda el millón de habitantes (sin contar el área metropolitana), lo cual la convierte en una suerte de ciudad pequeña -para los estándares americanos- con una vibra por demás amigable.
Locación ligada a la beat generation, a la revolución sexual y a las minorías.
Recorrerla es enamorarse -y si, ya se que suena un tanto cursi, pero que se le va a hacer-.

Recorrer sus empinadas calles en cable cars, metrobuses, trolebuses, bicicletas, autos, a pie.
Nunca tantas opciones habían sido tan buenas.

Como el arquitecto con visión de urbanista nunca descansa, he de decir que el solo hecho de encontrar que la banqueta (la suma de ambos lados) es más ancha que el arroyo vehicular es un gran acierto.

La ciudad está pensada para ser caminada, -en un país donde el automóvil es el rey y señor de las calles).
Desde Fisherman's Wharf hasta Golden Gate Park.
De Chinatown -el más grande y antiguo de América- a The Castro.
Sin olvidar a la pequeña Italia, el barrio SoMa, Nob Hill y hasta Tenderloin

La ciudad tiene para todos los gustos.
La clave está en saber que es lo que se quiere, porque si no, pues uno se pierde
Aunque perderse aquí si está permitido.

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