18.5.12

Puto Hipster de Mierda ¿yo?


La fama de misfit me ha acompañado desde que tengo uso de razón.
La primaria, secundaria y preparatoria las viví siendo catalogado como el inadaptado-matado-antisocial-maricón.
La verdad es que nunca le di importancia.
La universidad pintaba diferente, me volví más tolerante o menos exigente, vayan ustedes a saber, el punto es que creo que fue ahí cuando por primera vez pude sentirme parte de un grupo.
Un grupo reducido y que a la postre desapareció, pero grupo al fin.
He navegado por todos los prejuicios y tribus urbanas que puedan imaginar.
Tuve mi momento de chamaco sin futuro, con pantalones por debajo de la decencia y playeras que eran 4 tallas más grandes que mi existencia.
Tuve mi momento rockero con ropa en riguroso negro, pulseras de cuero y ceja dividida, cortesía de un rastrillo.
Tuve mi momento american apparel, con trapos sacados de A&F, Hollister, AE, Aeropostale y compañía.
Tuve mi momento fresa con trapos a sobreprecio comprados en esa tienda con nombre de combustible.
Tuve mi momento de profesionista mojigato, con camisas, pantalones de vestir y zapato formal
Y luego dejó de importarme -en demasía-
Estar lejos de todo y de todos me volvió más pragmático, por un tiempo al menos, después regresé a las andadas, pero mejor pensadas.
Tengo la creencia que etiquetar a alguien dentro de algún estereotipo es tan erróneo como decir que todos los políticos son corruptos o que todos los sacerdotes son pederastas.
Tolerancia, tan fácil de decir y tan difícil de aplicar.
Esto viene a colación porque justamente esta semana, mientras regresaba de comer, cometí la osadía de darme preferencia en una calle colectora, cosa que indignó tanto al automovilista en cuestión, -usando esa generalización que detesto- una especie de mirrey mal habido, que, mentadas de madre incluidas, balbuceó "PUTO HIPSTER DE MIERDA FIJATE POR DONDE VAS".
Analizando la situación, no se que fue mas divertido:
El automovilista indignado.
El calificativo que me gané.
o lo que le contesté.
La situación me hizo recordar una anécdota que le sucedió a AFR: mientras circulaba en bicicleta se le cerró involuntariamente a unos adolescentes ingleses y obviamente se estampó contra su carro -del susto no pasó- así que los english bratts le gritaron: FUCKING IRISH CUNT!, a lo que ella reviró,
fucking cunt, maybe
irish, no way.
Ahora imaginen lo que yo contesté.
Yo no tengo la culpa de que en esta ciudad sea novedad ver a un ciclista que toma la calle como propia.
Yo no tengo la culpa de que mi sombrero no sea como el de los vaqueros.
Yo no tengo la culpa de que mi bicicleta quiera ser usada.
En fin, más allá de semejantes casos de intolerancia, me parece divertido ser la burla de alguien.
Supongo que se debe ser poco ortodoxo para ganarse tales agravios.
Si ustedes pensaban que me iba a ofender fácilmente, pensaron mal.
Llámenme mamón, antisocial, snob, hipster, puto, fracasado, et al, si eso los deja tranquilos.
A mi me importa poco. (aunque claro, esto intenta ser retórica, no sean tan literales....o si).
Creo que hay solo una cosa que si me molestaría, ni se les ocurra decirme priísta, que eso, eso si no se los paso.

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