1.11.11

Untitled

Suite 512. Hotel Concordia. Viernes por la noche.

No sabía a lo que iba, solo sabía que iba a ser divertido.
Había prometido (por compromiso) hacer otras cosas esa noche, pero afortunadamente el destino [o cualquier otro de esos adjetivos que me son convenientes al momento] decidió que no sería así.
Llegué a ese lugar y lo que ahí pasó fue muy divertidamente perturbador.

Se trataba de una obra de teatro. ¿La premisa?: Una pareja y su crisis de pareja, todo contado en una serie de flashbacks o flashforwards que no entendí bien (Gracias por eso Lost), el punto es que ella, exitosa, le reclama a él, artista, pasivo, mediocre, relajado, que no tiene un plan de vida, que es un niño atrapado en el cuerpo de un hombre pues.

Es innegable que esa situación me pareció graciosa y un poco familiar.

Más allá de esos 90 minutos de observar la degradación de la relación, lo importante es que me puse a pensar que tal vez, solo tal vez es momento de empezar a ser menos niño y más hombre de responsabilidades, no lo sé, siempre me he resistido a aceptar que ya no soy un adolescente irresponsable que puede ir por la vida como si nada le importara, no se si está bien o mal, el punto es que así soy.

Será que me estoy convirtiendo en un amargado compulsivo que cree que el mundo no lo merece.
O será que simplemente estoy en un estado de negación tan cabronamente denso que no reconozco que en estos años no he hecho absolutamente nada que valga la pena contar.

O será simplemente que decidí ser arquitecto/freelancer en un contexto donde esa combinación no es precisamente la mejor y esto solo es un post escrito después de haber vivido en carne propia la burocracia mexicana que me estresa de sobremanera y tenía que encontrar un pretexto para escribir cualquier pendejada.

Historia en proceso.....

1 comentario:

FERNANDO dijo...

espero seguir leyendo mas de estas historias, estos comentarios o simples post, para seguir pensando que existe algo mas aya de las palabras y del pensamiento humano.




f.rmz